
En cuanto a estilos no podemos encasillar sólo en uno a la decoración de este
barco, ya que poseía una gran variedad, no solamente de esa época sino que contaba
con diseños de diferentes periodos de la historia, tales como Imperio, Regencia, Moderno, Jacobino; lo
que según la revista Shipbuilder eran
“lo suficientemente variados como para satisfacer los gustos y el rechazo de
cualquier pasajero” y con más razón de las personas que abordaban ya que
pertenecían a la clase social alta, como por ejemplo, una de las suites de
primera clase que contaba con 15 metros de largo estaba adornada en estilo
holandés antiguo.
Para mí al igual que muchos algo que me viene a la mente al pensar en esta
embarcación es esa maravillosa escalera imperial que se encontraba en la zona
de primera clase del barco, la cual se extendía a lo largo de seis pisos y que
tenía la función de ser punto de encuentro clave ya que era de los lugares más
concurridos del barco. Cuando por fin lograron llegar al fondo del mar y encontraron
al Titanic no hallaron ningún trozo de ella, pero más tarde cuando empezaron a
rodar la película surgieron respuestas ya que al estar grabando e inundar la
escalera se arrancó e inmediatamente empezó a flotar.
Aunque la decoración con la que contaba lograba transmitir de manera rápida y eficaz
el lujo, glamour, la sofisticación y
el nivel de las personas que viajaban en él, las cabinas de primera clase que
se encontraban en la cubierta B, las cuales estaban amuebladas según el estilo
antiguo eran las más impactantes por su esplendidez aunque las demás no tenían
nada que envidiarle ya que todas estaban decoradas de acuerdo a lo mejor de
aquella época.

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